Cruzando el Rubicón

En el peor momento en el peor lugar – eso es todo lo que parecía escuchar

Me levanté temprano, así podía mostrar mi agradecimiento a la Diosa del Amanecer

Pinté mi carreta – Abandoné toda esperanza y crucé el Rubicón.

El Rubicón es el Río Rojo, pasa suavemente mientras fluye

Más rojo que tus labios de rubí y la sangre que mana de la rosa

Tres millas al norte del purgatorio, a un paso del más allá

Recé a la cruz y besé a las chicas y crucé el Rubicón.


¿Qué son esos oscuros días que veo en este mundo tan fatalmente torcido?

¿Cómo puedo recuperar el tiempo? El tiempo que tan ociosamente perdí

¿Cuánto más puede durar? ¿Cuánto más puede continuar esto?

Abracé a mi amor, bajé la cabeza y crucé el Rubicón.


Siento los huesos bajo mi piel y están temblando con rabia

Haré de tu mujer una viuda, nunca llegarás a viejo

Muéstrame un buen hombre a la vista, sobre el que brille el sol

Empeñé mi reloj y pagué mis deudas y crucé el Rubicón.

Si sobrevivo entonces déjame amar, deja que sea mi momento

Toma el camino ancho, toma el bajo, toma aquel en el que estés

Serví la copa y la pasé y crucé el Rubicón.


Profanaste la más bella flor de toda la feminidad

Otros pueden ser tolerantes, otros pueden ser buenos

Te rajaré con un cuchillo curvado y te echaré de menos cuando te hayas ido

Permanecí entre el cielo y la tierra y crucé el Rubicón.


No encontrarás nada de felicidad aquí, ni felicidad ni alegría

Regresa a las alcantarillas y aventúrate, encuentra algún chico apuesto y bueno

Dime cuántos hombres necesito y con cuántos puedo contar

Me abroché el cinturón y me abotoné el abrigo y crucé el Rubicón.

Siento el Espíritu Santo dentro de mí y veo la luz que da la libertad

Creo que está al alcance de todo hombre viviente

Mantente lo más alejado posible, la hora más oscura es justo antes del amanecer

Giré la llave y rompí con todo y crucé el Rubicón.